Hace unas semanas estuvimos en Cambridge visitando a unos amigos. Aunque acaban de mudarse, pero son unos de los mejores amigos de mis hijos y ya se echaban de menos.

Por no cargar con la cámara ni me la llevé (luego me arrepentí por supuesto), y nos tuvimos que apañar con el móvil y la cámara de mi hija.

Así que, hemos revelado algunas fotos de nuestro viaje y ahora quiero que ella prepare un álbum scrap para mandárselo a su amiga, con todos los recuerdos de Londres y Cambridge. Un álbum hecho a mano por ella misma.

¡Pero quiero que lo haga ella sola! Y tengo que resistirme a ayudarla.

No será tan complicado porque al fin y al cabo se trata de ir superponiendo fotos, con pegatinas, botones, sellos, cromos, recordables, tickets de recuerdos, adornos… Y todo lo tiene encima de la mesa. Es como los cocineros de la tele, con todos sus ingredientes preparados y picaditos. Solo falta echarlos a la sartén.

Pues bien, le preparo dos tapas de cartón para forrarlas con un papel estampado. Otros 4 papeles para el interior donde va a crear las composiciones y 2 láminas de fieltro para el interior de las tapas.

Aquí empieza mi primera intervención (espero que no haya muchas, que yo tengo que sacar las fotos)… Cortarle las tapas y las hojas estampadas a medida (las hojas y fieltro las dejo aprox. 2 cm más anchas porque será donde encuadernemos el álbum).

Seguimos….

Ella empieza a pegar sus fotos con washitape. 

Y de nuevo mamá interviene porque la etiquetadora dymo se le atasca.

La pequeña «escrapeadora» continua pegando todo lo que encuentra por la mesa, incluyendo recuerdos como el billete de tren y metro, la bolsa de la tienda Hardys…

Escribe y pega letras de los lugares donde hemos estado. (¡Qué bonito es «Cambrich»)

 

Mi tercera intervención se frustró cuando quise enseñar a mi hija la magia del embossing. Todo iba bien hasta que el secador de pelo de mamá no hacía efecto. Un whatsapp a Ana de Hannah´s Corners para descubrir que se necesita un secador especial. Bueno, nuestro gozo en un pozo. La etiqueta se queda con las efes de «Friends Forever» en sellito nada más.

Y para terminar:  La Encuadernación.

(Dejo la cámara en el trípode y me pongo con las tapas, mientras ella sigue poniendo sellos)

Desde que probé la cinta de doble cara para papel la prefiero a la cola o el pegamento porque no deja manchas ni lo humedece, aunque a veces la cola es imprescindible.

Para forrar las tapas pego el papel elegido por una cara (con mi cinta) y por la parte de atrás hago un corte de unos 45º (en este caso el papel lo tenía muy justo de un lado) y meto los extremos pegándolos con cola. Sigo dando cola en el resto de la cara interior de la tapa para pegar el fieltro.

Ahora toca decorar la portada y la trasera.

Puntilla, post-it, cromos, siluetas de madera, y unos transfer de Oh Naif preciosos le ayudan.

También escribe un mensaje a su amiga y lo mete en un sobre pegado en la portada.

Y ahora solo nos queda cerrar nuestro álbum scrap. Y digo «nos queda» porque este álbum de niños hecho a mano, lo ESTAMOS HACIENDO finalmente entre las dos!.

Los remaches: Hacemos 6 agujeros con la perforadora donde coloremos los remaches y pasamos lana por ellos haciendo el punto festón. 

Y bien, este ha sido el resultado de nuestro álbum scrap, o lo que sea…pero es mono.

Lo que si sé, es que es un álbum de fotos hecho con mucho cariño y que el scrapbooking para niños es posible.

Si te empieza a gustar el mundo del scrapbooking puedes ojear los maravillosos proyectos de las chicas de esta pequeña comunidad Locas por el scrap, o alguna nueva revelación como Scrapamundi.